Lo sucedido esta temporada en la liga nacional de fútbol sala no tiene nombre, por arriba vemos El Paseo militar sin golpe de estado por parte gallega. Los noises sin sacar artillería a la calle ni saltarse sus principios, salen campeones destrozando todo lo conseguido anteriormente por cualquier equipo.
Pero fijándonos más en la parte caliente, en esa parte que cuando uno entra no suele saber salir si el responsable tampoco ha sido jugador ni entrenador de altos vuelos.
Decía en el titular “caída con honor”, pues sí, eso es lo que tenemos en Mengíbar, un equipo que ha sido defenestrado desde el inicio de la competición; un equipo que al igual que el cuadro de Marlon Velasco, seda la mano en afición entrega y pasión, pero a la vez la diferencia entre esos es grande.
Los gallegos tienen un Míster conocedor del futsal;un Míster que sabe lo que es recibir lo ingrato; un Míster que en la pista no tiene amigos; un Míster que cuando calienta su equipo está pendiente en su zona de banquillo del trabajo de su equipo; un Míster que no pasea con el balón en la mano mientras sus pupilos se ejercitan para el desafío. No hay que ser amigo ni rondar por el círculo en el entrenamiento, que conste que yo no lo soy pero.. si tengo que tirar de algo de lo aprendido tengo que decir que estuve rodeado y aprendí de los mejores en Jaén: Dani Rodríguez y Javier Garrido.
Estos son dos saben lo que es el fútbol sala desde dentro, estos han vivido un vestuario como jugadores y entrenadores.
No se quién ni por qué se dio la vuelta a la situación de Mengíbar hace un año, solo sé que quién tomó y quienes apoyaron la decisión son tan culpables como el que llegó. Ese que aún pidiéndole la afición rojilla de rodillas que se marche, sigue aferrado en la poltrona del banquillo, ese que parece un bloque impasible ante las peticiones de que se marche.
La afición de Mengíbar ha demostrado su lealtad a su equipo a su honor de ser la mejor afición de la segunda división.
Una afición que ve como tú estás llevando a la catástrofe este equipo, una afición que nunca hablo ni profirió un grito en contra en la cancha, una afición que se merece el respeto que usted Sr. no le está dando.
Muerte con dignidad y caída a la categoría que nunca se debió volver.
Ojalá esto tenga una solución rápida.
Aún recuerdo aquellas palabras en 40×20 donde venía a decir que Garrido jugaba un futsal de memoria “jajja”, un futsal encajado, pues prefiero estar encajado que no humillado y deshonrado por la categoría nacional.
Vamos mi Mengíbar, vamos campeón
